martes, 12 de agosto de 2014

Blanca Nieves, Aproximación Masónica


Por Benjamín Arias Acosta
(Ensayo Corto)
Cuando dormimos se sueltan nuestros más íntimos deseos.
Tal vez la intención de  Walt Disney (1901 - 1966), co-fundador de la famosa empresa “The Walt Disney Company”,  -Masón de grado 33 del Rito Escocés- cuando publicó el cuento de Blanca Nieves y los 7 Enanos, fuera algo más que didáctico. Insisto, tal vez.

Muchos masones han volteado a ver ésta obra con mucho interés puesto que, en sí, refleja un episodio fundamental en la vida de todo ser humano cuando se enfrenta al existencialismo y tiene, en su contenido, un proceso iniciático envuelto en la ingenuidad y diversión de un cuento infantil.
Sin alcanzar el grado máximo de la masonería, mucho menos con la aspiración a ser un docto en filosofía, letras, lingüística, pero pretendiendo ejercer la razón en el buen sentido humano, me propongo a interpretar cada uno de los personajes principales de Blanca Nieves desde la óptica de la transmutación humana hacia un ser humano autodescubierto.
Tal vez suene demasiado atrevido, sin embargo, considerar los siete pecados capitales como parte de un dogma religioso es solo eso. Un dogma. Pero observarlos como los siete hábitos negativos que inhiben el progreso humano se convierte en un prisma mucho mejor estructurado, puesto que en su equilibrio están los siete hábitos positivos que promueven dicho progreso.
El personaje de la Madrastra parece ser el prejuicio formado por las creencias y costumbres alejadas de la ciencia, es el dogma en si mismo, el control a fuerza, el famoso “Porque lo digo yo, o porque así es”. Un muro agresivo e intuitivo que no necesita dar explicaciones para evitar que se desborde la naturaleza humana.
Pero esa falta de explicación es la que no convence, y nunca lo hará, al espíritu solidificado, representado como agua en forma de nieve, dura, fría, pura y sin mancha, blanca, misma que necesita entrar en primavera para comenzar a correr libre en su propio cauce, en un equilibrio enmarcado en las tres virtudes teologales y las 4 cardinales, fortalecidos por el Trívium y el Cuadrívium.
Hasta éste momento, se puede percibir la intencionalidad del cuentista, Blanca Nieves, no es una mujer, es un espíritu libre que desea, toca, pide para salir de ese bloqueo a través del pensamiento, de la razón, de la introspección que le da el espejo donde se mira la reina malvada, la madrastra, un camino nuevo hacia la liberación intelectual.
Los sentidos mantienen al márgen nuestra naturaleza.
En ese momento los sentidos serán las herramientas clave para la experiencia que se está por vivir y que deben pasar por esos hábitos representados por los divertidos personajes enanos que no alcanzaron su progreso como seres humanos y quedaron alegóricamente interpretados en duendes obreros que no necesitan pensar para realizar trabajos físicos.
Es una extravagancia considerar que los hábitos negativos se van a combatir de la noche a la mañana, éste proceso es gradual, poco a poco, mejorando cada vez más y alcanzando la virtud a través de la voluntad y la constancia.
La Soberbia, encarnada en Doc, es el sabelotodo que espera recibir altos honores y gloria a cualquier costo y creerse superior a los demás. La Sencillez, es el hábito positivo para vencerla.
La Avaricia, contenida en Estornudo, es el deseo desmedido de acaparar las riquezas materiales, sin importar el daño causado al prójimo. La Generosidad es necesaria para equilibrar.
El apetito sexual y la lujuria recaen en Tontin. Todo en demasía es negativo y hasta el mismo placer carnal nos convierte en esclavos y tontos. La Administración logra el dominio de los apetitos sexuales.
La Ira, con Gruñón, que no acepta contrariedades, se frustra constantemente cuando las cosas no le salen bien, siempre vive molesto y odiando a los demás debe pues practicar  la Paciencia para alcanzar el equilibrio.
Feliz, es la Comida y Bebida en abundancia, sin satisfacción, la Gula. La Moderación es fundamental para un bienestar del cuerpo humano.
La Envidia y el resentimiento está encarnada en Tímido, no soporta ver los bienes o logros de los demás. La Filantropía conlleva a desear y hacer siempre bien a los demás seres vivos.
Dormilón, en cuanto a la Pereza, es el desgano por obrar en el trabajo o por responder a los bienes espirituales y hacer el bien a los demás es el séptimo enano de manera enunciativa. Su contraparte es la Diligencia y promueve el hacer el bien sin mirar a quien, es la actividad creadora, generadora de energía radiante.
La razón gobernando a las pasiones.
La muerte de Blanca Nieves representa la introspección del Ser, el principal atributo del espíritu que comienza su transformación hacia una vida en constante lucha contra los vicios y las imperfecciones, el agua se torna en el estado líquido y ya no es posible asirla en las manos como cuando estaba en lo sólido y la naturaleza humana corre en el río de la vida con toda fuerza y vigor, en éste punto, el Príncipe, el Triunfo (Arcano 7) ha vencido y gobernado las pasiones del ser humano. 
El iniciado ha logrado alcanzar el grado máximo en su interior y está listo para la siguiente etapa.

Es cuanto.