Fábula de la antigua Chinak
LAS RAMAS AHORQUILLADAS (horquetas)
Los habitantes de cierta aldea en las montañas tenían la costumbre de ocupar ramas ahorquilladas para fabricar las patas de sus taburetes. Una vez, un campesino quiso arreglar la pata de un taburete y mandó a su hijo a la montaña para que cortara una rama ahorquillada. El hijo cogió su hacha y se fue.
Al cabo de la jornada, volvió con las manos vacías.
Su padre le reprochó su incapacidad.
- Es verdad, había muchas ramas ahorquilladas allá – contestó el hijo –, ¡pero todas crecían para arriba!...
Lo mismo pasa con el conocimiento y con las cosas de nuestro derredor, vemos, usamos, rompemos, reciclamos y nunca entendemos el verdadero origen de las cosas... De nada valen las herramientas adecuadas sin el sentido común.
Si quieres hacer del Mundo tu casa, has de tu Casa el mundo que quieres.
Disfruta tu Vida, descubriendo tu Día... esos pequeños detalles.
Conde Abraxas
G:.B:.U:.
