miércoles, 4 de diciembre de 2013

Las finanzas del Estado: ¿Estamos con la soga al cuello? (Columna Invitada)


Por Gustavo Ferrari Wolfenson* 
Según la secretaría de Hacienda y Crédito Público del gobierno federal, ldeuda estatal y municipal de Quintana Roo se ubicó en 17 mil 473.7 millones de pesos en el tercer trimestre del 2013, lo que significó un aumento de 16.44 por ciento respecto al diciembre de 2012.
Los pasivos totales del entidad alcanzaron su mayor nivel de los últimos 20 años, recursos que representan cuatro veces y media el monto que se registró en el 2009. En ese sentido, indica Hacienda, la deuda total del Estado equivale a  7.7 por ciento del Producto Interno Bruto de la entidad, siendo el mayor porcentaje de todo el país y los pasivos del estado quintanarroense dos mil 467 millones de pesos, el segundo mayor monto de endeudamiento, en los primeros nueve meses del presente año.
La deuda de Quintana Roo, se divide de la siguiente manera:
·         Gobierno del Estado - 14 mil 726 millones de pesos
·         Municipios - 2 mil 515 millones de pesos
·         Organismos estatales - 232 millones de pesos
Datos del Informe de la Deuda Pública de Estados y Municipios al tercer trimestre, indican que la deuda total de las 32 entidades sumó 452 mil 051 millones de pesos, lo que significó un aumento 3.98 por ciento, que equivale a 17 mil 290 millones de pesos.Los estados con mayor aumento en su deuda pública, fueron: Chihuahua (12 mil 244 mdp), Quintana Roo (2 mil 467 mdp), Chiapas (mil 771 mdp), Sonora (mil 590 mdp), y Nuevo León(mil 574 mdp).
Según la información proyectada por el Consejo Estatal de Población  hoy Quintana Roo cuenta con 1, 489,746 habitantes, de los cuales 754,067 son hombres y 730,679 son mujeres. El 29,2% de la población son menores de 15 años. El 67% están en edad laboral y el 3 por ciento son adultos mayores.  Hay 153,797 habitantes entre los 20 y 14 años y 151,686 cuyas edades van de los 0 a los 4 años.
Tomando estos números como realidades concretas podemos calcular que cada habitante de Quintana Roo hoy debe 11,752 pesos. Si solo los  hombres que conforman la población del estado se hicieran cargo les tocaría a 23,172 pesos y si fueran mujeres a  23,914 cada una.
En lo que respecta a la población de 20 a 24 años, estos estarían debiendo 113,615 pesos, y cada recién nacido en el Estado cargaría en sus espaldas un pasivo de 115,196 pesos. Ni digamos de los adultos mayores quienes llegarán a la última etapa de su vida con una lápida de 392,297 pesos.
La deuda pública suele dividirse en deuda a corto y a largo plazo, así como en deuda pública internaEs una práctica ampliamente extendida en el mundo moderno que los Estados gasten, en cada ejercicio, más dinero que el que recaudan, debido a los compromisos políticos y sociales que asumen. Las políticas keynesianas, por otra parte, que preconizaron presupuestos deficitarios como medio para activar el crecimiento económico, han contribuido también grandemente al endeudamiento de los Estados modernos.
Debido al peso de la deuda contraída con anterioridad, es frecuente que, entre los  gastos del Estado, aparezca una considerable partida dedicada al pago de los intereses y del capital de la deuda asumida. La inelasticidad de variados gastos fiscales y la imposibilidad de aumentar la presión tributaria más allá de cierto punto, suelen llevar a un círculo de creciente endeudamiento, puesto que a los gobiernos les resulta imposible hacer frente a tales compromisos y a los gastos corrientes por medio de los ingresos ordinarios que perciben.
El nivel de endeudamiento de los estados es sumamente dispar pues mientras unos carecen de deuda o su monto es mínimo en otros la práctica de depender excesivamente de las transferencias federales ha sido explotada perniciosamente por sus gobiernos dando lugar a que los recursos se hayan dilapidado, desaparecido y se haya  recurrido a mayores niveles de endeudamiento para financiar gasto corriente pese a estar recibiendo de la federación más recursos. 
Estos casos ejercen presión innecesaria sobre las finanzas  públicas y desestabilizan la economía de todos los ciudadanos incluyendo, por desgracia,  a las futuras generaciones.
No hay duda que el ajuste se ha hecho notar. La reducción de dependencias oficiales, el achicamiento de casi 4,500 burócratas, la reducción del 25 por ciento de los salarios, marcan la decisión política de hacer un revisión  al gasto publico con el objetivo de reducir la escapada de la deuda estatal y de establecer un marco de mejor aprovechamiento de los recursos que ingresan. Hoy dos municipios del Estado están gobernados por ex secretarios de hacienda quienes conocen muy bien de finanzas para aplicar las medicinas propias y  para acompañar al poder ejecutivo en la difícil tarea pero en la decisión política firme de sanear las cuentas públicas del Estado.
Ojalá así sea. 
*Gustavo Ferrari Wolfenson es Consultor internacional en temas de fortalecimiento institucional de gobiernos, también, Former Fellow del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Harvard.