Por El Conde Abraxas
Han comenzado las interminables jornadas de contacto directo con la ciudadanía en busca del voto y con ello, la ciudad se llena de promesas y de nuevas esperanzas para los grupos y las tribus políticas.
Pero, ¿En verdad saben lo que es una campaña política para los nuevos Quintanarroenses?
Una campaña política debe ser como una buena sopa de verduras, todas cortadas del mismo tamaño y cocidas en el tiempo que le corresponde.
Que sea deliciosa, digerible y buena para el elector.
Una campaña política no puede ser la suma de estrafalarias ideas pintadas como innovadoras con palabras rimbombantes y excesivo paternalismo inocuo.
Lo que quieren los nuevos electores quintanarroenses es una demostración de respeto para todos, cuentas claras y resultados humanos, queremos vivir en la libertad caribeña con reglas claras de convivencia en un nuevo contrato social que nos permita disfrutar de nuestro paraíso sin temores ni falsas expectativas políticas.
Lo que se espera de los candidatos es que cumplan con la autolimitación que obliga la Ley para ejercer virtuosamente sus funciones para que sean calificados como justos por la ciudadanía.
Leí un comentario que me parece fundamental en una página de la red social, "Somos Playenses de todo México"... Yo añadiría "...y de todo el mundo".
Si han decidido quedarse en estas tierras es porque hay oportunidades y han venido en busca de eso para tener una mejor vida y la consiguen porque son gente de bien que trabaja todos los día, que tienen hijos qué mantener y no creen en nadie más que en sus capacidades. Por eso muchos no votan y no por rechazar la política.
No hay tiempo para perder escuchando el mismo discurso, de cada tres y seis años, de lo que están cansados de sus lugares de origen.
Los que ya están viviendo en Quintana Roo, que vienen de otros lugares del país y del mundo, saben ubicar y tomar sus oportunidades, conocen sus necesidades, dónde y cómo solucionarlas.
Los políticos creen saberlo y en verdad no tienen la menor idea de lo que se sufre para conseguir sus metas, gracias a las trabas burocráticas y los constantes impuestos creados y los dispendios y el nepotismo y a los grupos ávidos de poder que se enquistan para seguir sangrando el dinero del Pueblo que debe servir para el bien común.
Son personas en plenitud de sus facultades mentales e intelectuales que vienen cansados de lo mismo.
Tal vez no sea por ahí la estrategia de los políticos para crear esa sociedad participativa, ni tampoco sirva para desbloquear el voto del nuevo elector que hoy se traduce como un fantasma llamado abstencionismo.
Muchos, la mayoría no espera gran cosa de los políticos. Porque a pesar de ser un mal necesario la gran mayoría de los políticos se empeñan en ser el peor mal necesario.
¡Por un Contrato Social Renovado y Modernizado para desbloquear el voto del nuevo elector Quintanarroense!
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Disfruta tu Vida descubriendo tu Día...
G:.B:.U:.
