Buenos Oficios y el Sentido Común
*La política
es un mal necesariamente malo en estos tiempos.
*El cambio generacional ha sido multimillonario y subsidiado por el pueblo
*El cambio generacional ha sido multimillonario y subsidiado por el pueblo
Por Benjamín Arias Acosta
Mucho se
escucha decir del sentido común en la política, de los buenos oficios políticos
y una gobernanza regular –en el entendido que se mantiene en el mismo ritmo y
nivel de eficacia-.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAQ3kQKJ4PAUYDYQizWxVHb5B_dvH2laiK1ZaR6ke43Hqh6WMVWIZO0IUCbpLPxqSwTINMY_AsKrkkR-2dbT4Teo19cg4QAEM4XfwhyphenhyphencQlAleQus4YFoecMUGRUW3uQFjAUx9TTRwF52h_/s1600/Imagen+7.png)
Y es que ahora
solo se ven a los gobernantes haciendo deporte con ropa de marca especializada,
cortando listones, presumiendo obras con recursos federales y asegurando
mentiras publicadas en la piel del poder para justificar la creación de nuevos
impuestos y su permanencia ahí a través de la violación a la Carta Magna.
Ciertamente
los puestos de gobierno son para hacer política, para devolver con gracia el
voto de confianza depositado en las urnas y hacerlo crecer con el ejemplo, más
allá de meras gestiones ante la Federación.
Todo esto,
nos hace ver que la política es un mal necesariamente malo en estos tiempos,
poca o nula confianza y a la baja, ya no hay creatividad ni mucho menos
liderazgo, de hecho como “nueva generación”, no tienen siquiera idea de lo que
es el buen oficio y el sentido común.
De Caciques y Caudillos
José
Thompson, presidente del Centro de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL)
reseña a México como un país que constantemente genera debate político, aunado
a la efervescencia electoral que desde hace un tiempo se ha vivido en América
Latina, surgida tras una historia llena de fraudes y movimientos sociales.
Thompson
expresó que a pesar de la transición del autoritarismo a la democracia, la
falta de valores sigue siendo el principal problema en los procesos
electorales. La sombra de los caciques y el caudillismo sigue rondando como
fantasma los gobiernos de Latinoamérica.
La Política perdió alma
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjckJmg_xZaVQOqxpgxn0wmUVGSqaZFxRnLrsvQsL4ln0JqmKSz6FBrIM4IImZupdwOoOGF2fnib5yHYH82aMiCqttN-gJj8D0B-anGc2zru4k2mkP-tatbW_fWB1ol99k1HjvPr_BP268N/s1600/Imagen+6.png)
La corrupción
política ha provocado la pérdida de confianza en los partidos. Los políticos se
contradicen, pues líderes como Hugo Chávez (+), Rafael Correa o Álvaro Uribe
pregonaron en sus campañas ataques contra la figura del partido político y sin
embargo, en cuanto llegaron al poder formaron los propios.
"No creo
que todos los políticos sean malintencionados, sólo que legislan de mala
gana", expresa Thompson y el murmullo no se deja esperar entre los
presentes. A pesar de ello, no debe olvidarse que sin medios de comunicación y
sin elecciones es imposible concebir la democracia.
La política es
un mal necesario, la cual necesita reformar las bases que la sostienen y
proponer verdaderos proyectos de gobierno. http://gacetapoliticas.blogspot.mx/2011/09/la-politica-un-mal-necesario.html
Quintana Roo plagado de Timócratas
Con esta
ligera introducción podemos hacer una serie de análisis mas o menos
“superficiales” hacia lo que ocurre en nuestro Quintana Roo, sus municipios y sus
gobernantes con decisiones tan faltas de sentido común y con tintes
desesperados para colmar todos los puestos existentes a fin de evitar que un
nuevo grupo se monte en el poder que ahora ostentan.
Con
imposiciones en lugares torales que permiten equilibrar el poder como la
Comisión Estatal de Derechos Humanos, misma que hoy por hoy los grupos pensantes
han levantado la voz para expresar esa falta de sentido común y de buen oficio
político.
Los Buenos Oficios
Y es que debemos
entender a los “buenos oficios” como lo relativo a la vocación de servicio
inspirada en mejorar las circunstancias que rodean. Ahora, todo es política de
ficción, sin sustento ni sustancia social de largo alcance.
La
vocación de servicio representa el
valor agregado del servicio público; marca la diferencia entre aquél actor
consciente y preocupado de las consecuencias de sus acciones y aquél que
simplemente actúa porque así lo dice la normativa, porque así se lo dijo su
jefe o porque se le hincha la neurona inferior.
La Confusión inexistente
Es muy
probable que se pueda confundir los “buenos oficios” políticos con el tan
escaso sentido común, sin embargo, es muy difícil identificar tan rara virtud
en algún político de la “nueva generación” de esos que tienen la piel de
dinosaurio joven.
Tener sentido
común y buen oficio en la política otorga, de manera constante, una ventana de
oportunidad para elevar los niveles de confianza en los políticos; pero, esa
virtud está en franca extinción.
Se dice, tal
vez sea un mito, que el Oficio Político debe lograr diferenciar y hacer
resaltar a aquél ciudadano que se desenvuelve de manera socialmente
responsable, minuto tras minuto.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOk_QrZ-iyUbE93L7iKFowsmEko8U8vHs3LHO_GCiBYIVpxriTh9Vj6id905356lE2m6cef5UL3Ov8t0bcWAwJ9X5_DHdxowL0scGnSIUaTz9Qblw7NWUzFSr8LXjmjSDyBnw9sq1aRzxb/s1600/Imagen+8.png)
A veces
olvidamos que el voto es libre y secreto, que es la firma de confianza que se
le otorga a una persona para llevar las riendas administrativas de un municipio
junto con su órgano colegiado y que en contraprestación esos detentadores del
poder público deben elegir con responsabilidad y sentido común, haciendo gala
del oficio político, a los empleados del pueblo que lo van a acompañar,
reconocidos como miembros del gabinete.
Porque en los
puestos que son avalados y aprobados por el Pleno del Cabildo, como Secretaría
General, Contraloría, Seguridad Pública y Tránsito, Oficialía Mayor, DIF, entre
otros, conlleva una gran responsabilidad, porque no son puestos para actuar a
capricho ni con reacciones intestinas.
Son empleados
del pueblo que tienen el voto de confianza del Presidente Municipal, -a menos
que no sea él quien gobierne directamente y reciba órdenes superiores, entonces
estaríamos peor- además tienen el voto de confianza del Síndico y regidores por
mayoría y proporcional.
De lo
contrario solo habrán jugado con nuestras esperanzas y el pueblo puede entender
que solo procuran su beneficio particular, de grupo, solo buscan el poder por
el poder mismo a cambio de endeudar al Estado y al Municipio.
¿Y el pueblo?
Bien, muy bien, que siga pagando, el pueblo aguanta y con alimentos intercambiables
se consolará.
Y ¿Los Partidos Políticos Apá?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZfqn76pltR_zlBK1ZqIMDHwU8AwtxtnNEC_5Nisu6tjL1uIGJENsE0Qn6dsZ_SAf6a_jgt-cKJnwK_skfCyGQ0v8hYKdQGv6wGQHi3F3y1zPCtq2x-3CXiT_3ffrliUTknuGbuRkmyT2s/s1600/Imagen+1.png)
Promover ambiciones de índole política desde el
poder
Y por si
fuera poco, no importa la forma de llegar al poder, ya los protocolos, el
sentido común tan escaso y en vías de extinción nos obsequian una ineficaz
propaganda que ahí queda para el recuerdo como una espectacular barrabasada
anticonstitucional que la única reacción fue mandar a quitar el motivo del
delito en la cómplice oscuridad mediática y de una cuadrilla de trabajadores.
Delito
demostrado con fotos y con la Constitución en la mano, como bien se exhibe en
el reportaje que nos hizo el favor de replicar www.noticaribe.com.mx que si se hubiera acompañado de una Fe Ministerial,
las cosas serían diferentes para el actual gobierno municipal de Solidaridad.
El punto ha
sido demostrado con interés meramente periodístico más que jurídico. Exhibir es
fácil, la vergüenza política y social va más allá del cinismo gubernamental.
No es lo
mismo desarrollar una gerencia privada en el gobierno que una gerencia pública.
Definitivamente lo técnico y
frívolo, caprichosamente rígido, va en contra de los buenos oficios y de la
buena gerencia pública.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM38wngtVPGHlvIxgGnryOSmOrKR6X2WunlV-dAYlvqluLJHAt8fCaWgZiACSUqNGR1wosE5Ohfoz_6cRgIbou9Z0MQPha6hToGyEyShtg-y4occ1_KB2owODcXwf2ZRYk6FmvP0TQLQHV/s1600/delitomauricio.png)
Pero todo lo
anterior es una leyenda urbana; sin embargo, el lema con el que se insiste en
este espacio siempre será el mismo, aunque suene a utopía: “Dale al pueblo lo
que por Ley le corresponde y Dios te bendecirá”.